Esteban caminaba por la calle como si fuera la primera vez, esas calles del barrio que de chico fueron circuladas con sus amigos con alguna bicicleta de por medio, o buscando un lugar donde jugar la pelota, de repente se volvieron desconocidos para el. Era invierno, las hojas estan depositadas en el suelo inmoviles, como lo que son, muestras de un cadaver que muere en esta epoca, pero que mas adelante vuelve a nacer, como si fueran rastros del ave Fenix. El
asombro de Esteban se reduce a el de un niño, como la primera vez que aprende a andar en bicicleta, todo es nuevo, todo se presenta como un mundo nuevo a conocer y ser sorpendido, sin mas que eso...camina con su perro sujetado a la cadena que lo amarra del cuello, el animal, al igual que el, se sorprende con todos los arboles y arbustos que encuentra, marca su territorio, se hace notar, ladra de vez en cuando, y de repente mira a Esteban con una mirada de complicidad buscando lo mismo de su dueño, que lo mira con el mismo enfasis que el animal.
Las calles parecen solariegas, algunos vecinos se animan a barrerlas, sin importar el frio que haya, es como un deber, en esta epoca del año ir a barrer las entradas de sus casas, igual que los perros, es como una forma de defender su territorio y de paso relacionarse con algun otro que haga lo mismo con una escoba en mano. Esteban, mientras camina, mira al suelo, observa las grietas de las veredas producidas por el paso de los años, erosionadas por el agua y el polvo, y, a su vez, tambien por el accionar de las raices de los arboles. Todo se limita a una caminata, muy rara vez observa por si pasa un conocido para saludarlo, Esteban esta concentrado en caminar como si todo fuera nuevo, aquellas calles se limitan solamente a eso, es un dia, un tanto abrumador para el, cosas que le pasan a los humanos, hechos que modifican los comportamientos desde que se levantan hasta que transcurre, es una forma de despejarse, necesita pensar en otras cosas, necesita pensar que lo que sucedio es algo que puede solucionarse, que puede salir delante de todo eso, como lo hizo toda su vida.
Una corta via es la que tuvo, pero suficiente como para madurar y afrontar esos hechos que muchos, se sentirian acongojados y travados a la hora de actuar, como los antiguos gladiadores Romanos, vive por una causa, y ella es el motivo esencial de su vida, ese rasgo de compromiso no siempre lo demuestra, sigue siendo un tanto timido, esa timidez y respeto que siempre demostro de chico, un hombre que sus actos no se miden por el ruido que generan, sino por los efectos que demuestra al paso del tiempo.
La caminata esta comenzando a tener su fin, recorrio aquella plaza que fue el centro de su niñez, esas calles que parecen no tener sentido, pero que son caminadas por el y su perro, buscando que el tiempo solucione sus problemas y volver a su casa y su cotidianeidad, el perro esta cansado, mientras camina, saca la lengua y lo mira a Esteban como si su labor del dia hubiese cumplido y es momento de volver a su patio, Esteban siente lo mismo que el, se siente un tanto cansado,cree que ya esas calles comienzan a volver a tener ese significado de antes, por que fueron circuladas, por que anduvo en bicicleta y por que buscaba esos lugares donde jugar los picaditos con sus amigos, comienza a reconocer de nuevo, y es momento de no querer perder ese asombro, es mas, es momento de hacer lo mismo que quiere hacer su perro, llegar a casa y estar tranquilo, sentarse y tomar esos verdes con una tranquilidad que siempre lo caracteriza al hidratarse con esa emulsion magica.
Observa hacia su izquierda, esta a casi dos cuadras de su casa, el perro apunta hacia alli imperiosamente como si fuera una orden, es momento de volver, Esteban lo comprende, el perro tambien a Esteban, es como si se entendieran sin tan solo mirarse, es una conexion entre animal y dueño que rara vez suele romperse, se dirigen hacia el mismo punto, se dirigen a casa...donde todos quieren estar despues de una tarde de sorpresas.