Beto.

Recuerdo cuando comenze a hacer mis primeras armas en politica (y todavia las sigo haciendo) era un juego un tanto dificil, mas de la mitad de mi familia es simbolo del partido mas añejo de la Argentina, todos ellos, resabios de una generacion anterior que, en tiempos como estos, siguen buscando la brujula en un mundo politico que ha dejado de ser el mismo de hace 30 años atras. Entre encuentros desapasionados de fuerzas debiles e inconclusas por llegar al poder, y lo que siempre logra ser una metamorfosis perfecta del mapa politico Argentino, llamado para muchos "Peronismo".

En ese centro me encontraba yo, y que dificil es mantenerse en el centro, cuando el mismo se refleja como una pelota en la cual el mas minimo movimiento nos lleva para un lugar o para el otro. En ese mapa, encontre a una persona que me ayudo a dirigirme al lugar al que quiero ir, aca en la ciudad para muchos es un luchador de todos, para otros es un simple perdedor que nunca logro nada y va a morir sin pena ni gloria, pero para mi es un MAESTRO, esa persona la cual vi por primera vez y me parecio un simple miembro mas del partido de mi primo, en realidad era la medula espinal de todos nosotros, no solo por lo que representa al ser uno de los viejos, y su experiencia, debe rendir, el mas grato de todos los respetos.

Mas que un dirigente, o un amigo como suelo llamarlo, es como aquel abuelo que nunca tuve, siempre que lo llamo por alguna novedad es como si estuviera esperando mi llamada y me recibe con un alegre saludo, es aquel que en el ir y venir de la politica, como muchos, va de un lado a otro, como la metafora de la pelota que mencione anteriormente, pero en si, sigue siendo mi amigo y maestro Beto. Como aquella tarde en que me contaba algo de una forma pasional y exacerbada como siempre hacia, y yo con mi tono ironico le decia que ya sabia eso, que era obvio que iba a pasar, y el, con su tipico asombro, me miraba pensativo y de repente le salia con una retrucacion de la verdad que el decia y que yo a veces suelo ser arrevatado por mis impulsos juveniles, a veces suelo hacerle eso, mas que todo por chiste, y mas que todo por el amor que me genera tener a un compañero como el.

Beto es un hombre simple, trabajador de toda la vida, uno de los pilares del PC y el unico de su generacion en nuestra ciudad. Trabajo de portero toda su vida, y siempre supo tener de su lado a los estudiantes de la escuela donde estuvo, y dejar una marca en el corazon de todos ellos, Beto no es el simple sindicalista que trepa hasta llegar a tener un puesto burocratico alto y ahi en mas, levantar el dedo y dirigir multitudes hacia donde quiera, no, Beto no es asi, siempre estuvo debajo de todo eso, siempre hizo campañas politicas y perdio, siempre estuvo en el ultimo puesto limpiando el polvo que quedaba para sentarse y ergir la mirada hacia arriba e incomodar a los que esten en el poder de turno. Podran decir, carga con el estigma de la izquierda Argentina, nunca gano nada, y se convirtio en un zurdito resentido como todos, Beto no es resentido, Beto nunca deseo el mal a los demas, y siempre estuvo del lado de los mas indefensos, cuando haya alguien sin representacion sindical, ahi estaria Beto para sumar gente a la CTA, cuando haya una manifestacion a la cual la cupula politica mire de reojo, ahi estara Beto levantando el puño izquierdo diciendo presente. Pero como todos los idolos, el tiempo pasa para todos, nos volvemos viejos, perdemos esa lucidez y ganas de devorar al mundo que nos da la juventud, y Beto, como buen mortal, pierde el efecto con el paso de los años, su cuerpo envejece, pero su alma no. 

Recuerdo las ultima elecciones, por cuestiones de tiempo y dinero, las boletas llegaron tarde y quedaba poco tiempo para que la gente tenga que votar, debiamos salir si o si, un sabado a la mañana, y por ende, todo el fin de semana a repartir y llenar la ciudad de papeles, por cuestiones que no recuerdo, estaba sin animos de repartir, problemas personales rondaban por mi mente en ese entonces, y aunque me haya responsabilizado en trabajar, no tenia los animos para eso, era un sabado a la mañana en el cual habia salido del departamento de mi tio hacia mi casa, recuerdo que habia pasado la noche ahi por que tenian que hacerle un arreglo y el tenia que viajar, y para no dejar la casa sola, me llamo, y servilmente fui. Volvia para mi casa y veia a lo lejos a un hombre que pese a su edad, caminaba con mas animos que yo, a los 20 o 30 metros lo reconoci, era Beto, con las boletas en mano y con una mirada imperante y al mismo tiempo humilde levanto la mano y me llamo, me saludo como lo hacia siempre con un fuerte grito y una mirada de alegria, yo estaba cansado y lo salude de la unica forma que mi animo podia permitirmelo, las boletas estaban en mi casa, las habia dejado ahi, pero el las tenia en la mano, pense por un momento que me detiene a repartirlas, hay tantos ptoblemas que tenemos todas las personas, y, sin embargo, salen a la calle y enfrentan la realidad cada dia, como lo hacia mi maestro esa mañana calurosa que me lo encontre.

Charlamos un rato, nos saludamos energicamente y fui hacia mi hogar, llegue y me bañe, vi que las boletas estaban en el sillon frente a mi biblioteca, me sente y se veia el lomo de "el hombre mediocre" de Jose Ingenieros, pense un rato, y recorde aquel hombre que tanto aborrecia ese tan ilustre intelectual de principios de siglo XX en nuestro pais, ahi, pensando en el mismo Ingenieros, agarre las boletas y me fui a la calle.

Esas cosas genera una persona como Beto en mi, los gestos mas pequeños son aquellos que transforman a las personas en grandes, no sus hazañas como nos enseñaron en la escuela, sino, sus pequeños actos de grandeza; gracias Beto, por repartir grandeza en todos nosotros con tu eterna humildad, por permitirnos formar parte de tu vida, y por nunca bajar los brazos.